viernes, 22 de junio de 2007

martes, 20 de marzo de 2007

El afianzamiento del poder monárquico


Industrialización. El Problema Obrero



miércoles, 14 de marzo de 2007

Objetividad y Subjetividad en la Historia. 4to año

OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD EN LA HISTORIA

¿Es posible una Historia objetiva?

¿Puede un historiador estudiar el pasado sin que sus propias opiniones queden reflejadas en su relato?

¿Por qué tenemos diferentes versiones sobre un mismo hecho?

Estas preguntas han motivado innumerables debates.

La visión del historiador
Arnold J, Tynbee es un historiador inglés contemporáneo, fallecido en 1975. Considera que la acción humana en la historia responde a los desafíos del medio ambiente.

“La visión del historiador está condicionada siempre y en todas partes por su propia ubicación en el tiempo y el espacio; y como el tiempo y el espacio están cambiando continuamente, ninguna historia, en el sentido subjetivo del término, podrá ser nunca un relato permanente que narre, de una vez y para siempre, todo de una manera tal que sea aceptable para los lectores de todas las épocas, ni siquiera para todas las partes de la Tierra.”

ARNOLD J. TOYNBEE
La Europa de Hitler. Madrid, Sarpe, 1985.

Responde

1- Para Toynbee, ¿pueden existir interpretaciones diferentes de un mismo acontecimiento?, ¿qué elementos condicionan la vida del historiador?


El Oficio del Historiador
Marc Bloch, historiador francés, miembro de la Escuela de Annales, fue prisionero de los alemanes durante ka Segunda Guerra Mundiak y fusilado en 1944.

El siguiente es un fragmento de Introducción a la Historia, Madrid, FCR, 1985.
“...los textos, o los documentos arqueológicos, aún los más claros en apariencia y los más complacientes, no hablan sino cuando se sabe interrogarlos. (...) En otros términos, toda investigación histórica presupone, desde sus primeros pasos, que la encuesta tenga ya una dirección. (...) Sábese que el itinerario establecido por un explorador antes de su salida no será seguido punto por punto; pero, de no tenerlo, se expondrá a errar eternamente a la aventura.
La diversidad de los testimonios históricos es casi infinita. Todo cuanto el hombre dice o escribe, todo cuanto fabrica, cuanto toca puede y debe informarnos sobre él. (...) De ese carácter maravillosamente dispar de nuestros materiales nace, sin embargo, una dificultad; desde luego, lo suficientemente grave para contarse entre las tres o cuatro grandes paradojas del oficio del historiador. (...) Creo que en pocas ciencias están obligadas a usar simultáneamente tanta herramientas dispares. Y es que los hechos humanos son de los más complejos.”


Responde:

1- ¿Por qué las fuentes de un historiador son casi infinitas?
2- ¿Qué dificultades supone par un historiador el tener que analizar tantos tipos de fuentes?

sábado, 3 de marzo de 2007

Las cruzadas. El surguimiento de la burguesía. El ocaso de la Edad Media(2do año)

Las Cruzadas
Las cruzadas fueron una serie de campañas militares comúnmente hechas a petición del Papa Urbano II, que tuvieron lugar entre los siglos XI y XIII, contra los musulmanes para la recuperación de Tierra Santa y el Santo Sepulcro.
Básicamente, fueron motivadas por los intereses expansionistas de la nobleza feudal, el control del comercio con Asia y el afán hegemónico del papado sobre las monarquías y las iglesias de Oriente.
Las Cruzadas fueron expediciones emprendidas, en cumplimiento de un solemne voto, para liberar los Lugares santos de la dominación mahometana. El origen de la palabra remonta a la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en esas iniciativas.
Escritores medievales utilizan los términos crux (pro cruce transmarina, Estatuto de 1284, citado por Du Cange s.v. crux), croisement (Joinville), croiserie (Monstrelet), etc. Desde la edad media el significado de la palabra cruzada se extendió para incluir a todas las guerras emprendidas en cumplimiento de un voto, y dirigidas contra infieles, ej. contra mahometanos, paganos, herejes, o aquellos bajo edicto de excomunión.
Las guerras emprendidas por los españoles contra los moros constituyeron una cruzada incesante del siglo XI al XVI; en el norte de Europa se organizaron cruzadas contra los prusianos y lituanos; el exterminio de la herejía albigense se debió a una cruzada, y, en el siglo XIII los papas predicaron cruzadas contra Juan Sin Tierra y Federico II.
Pero la literatura moderna ha abusado de la palabra aplicándola a todas las guerras de carácter religioso, como, por ejemplo, la expedición de Heraclio contra los persas en el siglo VII y la conquista de Sajonia por Carlomagno. La idea de la cruzada corresponde a una concepción política que se dio sólo en la Cristiandad del siglo XI al XV; esto supone una unión de todos los pueblos y soberanos bajo la dirección de los papas. Todas las cruzadas se anunciaron por la predicación.
Después de pronunciar un voto solemne, cada guerrero recibía una cruz de las manos del papa o de su legado, y era desde ese momento considerado como un soldado de la Iglesia. A los cruzados también se les concedían indulgencias y privilegios temporales, tales como exención de la jurisdicción civil, inviolabilidad de personas o tierras, etc. De todas esas guerras emprendidas en nombre de la Cristiandad, las más importantes fueron las Cruzadas Orientales, que son las únicas tratadas en este artículo.
El surgimiento de la burguesía
A partir del siglo XIII, la mejora de las técnicas agrícolas y el consiguiente incremento del comercio hizo que la burguesía fuera presionando para que se facilitara la apertura económica de los espacios cerrados de las urbes, se redujeran los tributos de portazgo y se garantizaran formas de comercio seguro y una centralización de la administración de justicia e igualdad de las normas en amplios territorios que les permitieran desarrollar su trabajo, al tiempo que garantías de que los que vulnerasen dichas normas serían castigados con igual dureza en los distintos territorios.
Aquellas ciudades que abrían las puertas al comercio y a una mayor libertad de circulación, veían incrementar la riqueza y prosperidad de sus habitantes y las del señor, por lo que con reticencias pero de manera firme se fue diluyendo el modelo. Las alianzas entre señores eran más comunes, no ya tanto para la guerra, como para permitir el desarrollo económico de sus respectivos territorios, y el rey fue el elemento aglutinador de esas alianzas.
En el siglo XII surgen los burgos, ciudades en donde apareció la burguesía como nueva clase social. Los burgueses estaban totalmente fuera del sistema feudal, porque no eran ni señores feudales, ni campesinos, ni hombre de iglesia, sino comerciantes. "Los aires de la ciudad dan libertad" se decía, y con razón, puesto que quienes podían radicarse en las ciudades, tenían todo un nuevo mundo de oportunidades que explotar. No era raro que burgueses y representantes del orden feudal se miraran con desconfianza y desdén, aunque se necesitaran unos a otros, por el minuto al menos.
En los burgos surgieron muchas instituciones sociales nuevas. El desarrollo del comercio llevó aparejado consigo el del sistema financiero y la contabilidad. Los artesanos se unieron en asociaciones llamadas gremios, ligas, corporaciones, cofradías, o artes, según el lugar geográfico. Surgió también el trabajo asalariado, economía monetaria, surgimiento de la banca (crédito, préstamos, letras de cambio) algo virtualmente desconocido en el mundo feudal y el cual origina un incipiente capitalismo. También aparecen las Universidades como respuesta de los gremios de educadores.
El ocaso de la Edad Media
El final de la Edad Media llega con el final del sistema feudal. Los caballeros feudales empezaron a ser técnicamente superados por el desarrollo de técnicas militares como el arco de tiro largo, arma que los ingleses usaron para barrer a los franceses en la Batalla de Agincourt, en 1415, o la pica, usada por la infantería de mercenarios suizos. Estos mercenarios se volvieron la pesadilla de los caballeros, ya que no peleaban por ideales ni honor, sino por dinero, el cual estaba a disposición de los burgueses, y no de los señores feudales, los que de esta manera pudieron armar sus propios ejércitos. Todo esto llevo al decaimiento de la era medieval.
La Iglesia Católica, disminuye su poder debido a la Reforma Protestante, además de las nuevas ideas religiosas que trajo la burguesía. La muestra de ello está en el fermento de las herejías a partir del siglo XII (cátaros, valdenses, husismo, wycliffismo, etcétera), en concepciones teológicas que intentaban rebajar el misticismo e imprimir mayor racionalidad al Catolicismo (como por ejemplo Tomás de Aquino o Guillermo de Ockham), y en la seguidilla de desórdenes en la Iglesia que culminaron en el cisma de Occidente y en la mencionada Reforma Protestante.
Disminuido el poder de estos dos grupos, en beneficio de los reyes y la burguesía, el derrumbe de la sociedad medieval era cuestión de tiempo. Aunque la mayor parte de la población siguió siendo campesina, y la servidumbre existió aún durante bastante tiempo, lo cierto es que ahora las novedades culturales, económicas, sociales, políticas, intelectuales o religiosas ya no provenían del castillo o el monasterio, sino de la ciudad. La mentalidad teocentrica se cambió por una antropocéntrica, lo que dio un paso importante y fundamental a la aparición de la Edad Moderna.

El Islam. Surguimiento y expansión (2do.año)

El Corán
Para los musulmanes, el Corán no solamente es lo que la Torah para los judíos o el Evangelio para los cristianos, es decir, el libro de la ley de la historia religiosa, sino además el libro por excelencia: Contiene tanto la ley civil como la ley religiosa.
La doctrina de Mahoma está contenida en el Corán. Corán quiere decir relato. Se dice que cuando Mahoma predicaba, sus adeptos tomaban nota de lo que decía en hojas de palmera, en paletillas y omóplatos de carnero y en piedras lisas. Ocurrida la muerte de Mahoma, se reunieron y transcribieron aquellos fragmentos, que constituyen el Corán.
Para los musulmanes, el Corán no solamente es lo que la Torah para los judíos o el Evangelio para los cristianos, es decir, el libro de la ley de la historia religiosa, sino además el libro por excelencia, el que reemplaza a los demás libros y cuyo contexto es todo ciencia. Contiene tanto la ley civil como la ley religiosa. Aún hoy en todos los países musulmanes es el libro del juez y del sacerdote: se asemeja a un evangelio que fuera al mismo tiempo un código civil y penal.
La doctrina musulmana
La religión de Mahoma no se distingue por la originalidad; es una mezcla de las doctrinas judías y la cristiana.
“Solo Dios es Dios”, dice el Corán. Dios, Alá, es el creador de todo ser y de todas las cosas, y el juez soberano. De antemano determina el destino de cada uno, y nada puede modificar su voluntad: esta es la doctrina del fatalismo. Alá está rodeado de ángeles, dóciles servidores suyos, y debajo de los cuales se agita Iblis, el apedreado, jefe de los demonios, ángel caído a quien perdió el orgullo.
Alá se comunica con los hombres por medio de profetas. Abraham, Moisés y Jesús son profetas que han revelado partes de la verdad religiosa. Mahoma es el último y el más grande de los profetas.
Después de muertos, los hombres son juzgados por Alá; resucitarán el día del juicio final, "cuando la Tierra tiemble con violenta sacudida y cuando las montañas vuelen cual copos de lana teñida". Los perversos y los impíos serán arrojados a la Gehena (el infierno): el fuego será su morada y allí beberán agua hirviendo. Los creyentes irán al Paraíso. "Allí habitarán el jardín de las delicias, donde reposarán en divanes adornados de oro y pedrería. Tendrán a medida del deseo las frutas que les gustan y la carne de aves rarísimas. Los más favorecidos de Alá verán su rostro día y noche, felicidad que excederá a todos los placeres de los sentidos, tanto como el mar a una gota de rocío".
Para merecer el paraíso es preciso creer en el dogma del Dios único y cumplir las prácticas del culto.
Los musulmanes deben ser humanos y justos entre ellos, porque todos son hermanos. Está prometido el Paraíso a todos los que mueren combatiendo por la fe.
Obligaciones de un musulmán
Todo musulmán tiene cinco obligaciones que cumplir:
· Por lo menos una vez en su vida, el creyente debe decir con plena aceptación “No hay otro dios sino Alá y Mahoma es su profeta.”
· Debe orar cinco veces en el día mirando hacia La Meca y debe decir en la mezquita la oración del mediodía del viernes.
· Debe dar limosnas generosamente, por encima de la cantidad prescrita por la ley.
· Debe guardar el ayuno del Ramadán.
· Si es posible, debe hacer una vez en la vida la peregrinación a La Meca.
· Esta última disposición ha hecho que esta peregrinación sea la mayor del mundo y al mismo tiempo una gran fuerza unificadora del Islam.
Surgimiento y Expansión del Islam

El Islam surgió en el siglo VII cuando las tribus beduinas (árabes nómades) se unieron bajo el liderazgo de Mahoma. Esta fe les dio a las tribus de Arabia una identidad y un motivo para conquistar otros territorios: la Guerra Santa o Yihad. Este imperio, que permaneció íntegro hasta el siglo X, abarcó desde el océano Atlántico a la India.
La religión de Mahoma dio un ideal común a pueblos que carecían de él, un ideal capaz de inspirar un ardor tan grande a los discípulos del profeta, que todos estaban dispuestos a morir por él.

El mundo árabe es predominantemente musulmán, es decir, que profesa el Islam , pero hay minorías, como los coptos en Egipto y Etiopía, que práctican el cristianismo.
Actualmente, los árabes se concentran en África (más de 143 millones) y Asia (más de 127 millones), entre el golfo Pérsico por el este y el océano Atlántico por el oeste. Existe una agrupación de países árabes, llamada Liga de Estados Árabes , que se formó con siete países en 1945 y que hoy agrupa a Arabia Saudita, Argelia, Bahrein, Comoras, Djibouti, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Mauritania, Omán, Palestina, Qatar, Siria, Somalia, Sudán, Túnez y Yemen. Además, hay minorías árabes en Chad, Turquía, Irán, Israel, entre otros.
El Islam
Esta religión monoteísta fue fundada en Arabia por el profeta Mahoma , en el siglo VII. La palabra Islam significa "sumisión" e indica el sometimiento del creyente a la voluntad de su Dios, Alá (Allâh), creador del mundo.
El Islam se extendió por Asia y, en menor medida por África y Europa. Actualmente, se calcula que hay más de 800 millones de musulmanes, que viven en el Cercano y Medio Oriente, especialmente. El resto de Asia y África; alrededor de 80%, no es árabe.
La vida de los musulmanes se basa en los preceptos que están en el Corán -que Alá reveló a Mahoma- y la Sunna o tradición. La ley islámica o Sharia establece los cinco pilares o deberes fundamentales: primero, la Shahada (testimonio de fe): "no hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta"; segundo, la plegaria ritual cinco veces al día; tercero, el ayuno durante el Ramadán (que dura un mes); cuarto, la peregrinación a La Meca, al menos una vez en la vida, y quinto, la limosna ritual o Zakat.
La mayoría de los estados islámicos modernos mantuvieron la Sharia en el derecho privado, pero adoptaron los códigos occidentales en el derecho público. Y en cuanto a la organización del Estado, el poder político está sometido a la ley islámica.
Actualmente, la mayoría de los musulmanes es sunní o sunnita. Estos son los ortodoxos, los que siguen el Corán y la Sunna (referida a Mahoma y sus compañeros).
Otro grupo importante, aunque minoritario, son los chiítas, que consideran que los descendientes de Alí ibn Abu Talib (primo y fiel partidario de Mahoma) son los únicos líderes legítimos.
Arabia
La civilización árabe surgió en la zona de Arabia o Yazirat-al-Araba , correspondiente a la península Arábiga, que se encuentra en el extremo suroeste de Asia, integrando el llamado Cercano Oriente.
Con una superficie aproximada de 2,7 millones de km2, limita al norte con Jordania e Irak, al sur con el mar Arábigo, al este con los golfos Pérsicoy de Omán y al oeste con el mar Rojo. Hoy, comprende las naciones de Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán, Qatar y Yemen.
Pese a ser un territorio desértico, en su mayor parte, Arabia es una de las regiones económicas más importantes del mundo, debido a que en su subsuelo hay enormes acumulaciones de petróleo . En orden decreciente, las mayores reservas de la región se encuentran en Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar.
Breve historia de los árabes
Antiguamente, Arabia estaba poblada por tribus errantes de beduinos. Solo había pequeños centros comerciales, como Yatrib (que después sería Medina) y La Meca.
En el siglo VII d.C., las tribus árabes se unieron inspiradas por la prédica de Mahoma. A la muerte del profeta, una serie de poderosos califas se pusieron al frente del Islam, ampliando su territorio y poder. En el 661, se instauró el califato de los Omeya, que continuó con la expansión hacia el Cercano Oriente y el norte de África, alcanzando la mayor extensión de este imperio. Su capital fue Damasco, actual capital de Siria.
Posteriormente, en el 750 se instauró el califato de los Abasíes, con sede en Bagdad -actual capital de Irak.
En el siglo XI, con las progresivas invasiones de los turcos selyúcidas, el imperio se dividió. Las regiones fueron gobernadas por distintas dinastías.
Durante el siglo XIII, los mongoles también invadieron el imperio y tomaron Bagdad en 1258. En los siglos XV y XVI, los turcos otomanos, se apoderaron de todos los territorios que habían sido dominados por
En el siglo XIX, los europeos empezaron a ocupar los dominios árabes, pero estos lograron independizarse a partir de la década de 1920.
La difusión del islamismo fue rápida y efectiva. Sus años de mayor expansión fueron del 632 al 1050. Los ejércitos árabes -cohesionados por el fervor religioso, así como por incentivos políticos y económicos- tomaron el poder de los regímenes residentes en Siria e Irak (638), Irán (641) y Egipto (642); marcharon hacia el este, en dirección a Asia central, y hacia el oeste a través del norte de África, y para el año 732, el mundo islámico se extendía desde España a las fronteras de India y China. Más tarde lograron otros avances territoriales en África, Asia central, India y en especial Turquía, con la caída, en 1453, de lo poco que quedaba del Imperio Bizantino. En el sureste asiático, a principios del siglo XVI, hubo otra expansión del islamismo.
El islamismo vinculó, por primera vez en la historia, a pueblos tan variados y distantes como los españoles, africanos, persas, turcos, egipcios e hindúes. En el desempeño de esta función unificadora, el Islam transmitió su cultura, que demostró ser crucial para el desarrollo de la civilización occidental. El genio del Islam radicó en su capacidad para asimilar elementos de las varias culturas que dominó, sintetizarlos y luego ensanchar esa amalgama.
Herencia árabe
Introducción a occidente
Los árabes introdujeron a Occidente innovaciones procedentes de distintos lugares: de la India dieron a conocer el sistema de numeración, que se conoce como arábigo o decimal, y es el que usamos actual- mente, o juegos, como el ajedrez; de China, exportaron el compás, el papel y la pólvora.
Ciencias y medicina
Tradujeron y difundieron obras científicas y filosóficas de la Grecia clásica y realizaron importantes avances en astronomía, química, matemáticas y medicina. En matemáticas, crearon el álgebra, establecieron principios básicos de la aritmética y la geometría. En medicina, descubrieron la circulación de la sangre varios siglos antes que los científicos europeos, diagnosticaban enfermedades y realizaban complicadas operaciones. En casi todas las ciudades había hospitales y escuelas de medicina.
El astrolabio
Para mejorar la navegación, inventaron el astrolabio, un instrumento para orientarse en el mar mediante la observación de las estrellas.
La universidad
En este imperio se creó también la primera universidad del mundo. La Universidad de El-Azar fue fundada en el Cairo, Egipto, en el año 971.
Bella arquitectura
El arte árabe se manifestó especialmente en su arquitectura. Hay numerosos testimonios de sus construcciones en todos los países en los que ejercieron su dominio. Por su belleza destacan las mezquitas (templos musulmanes) y los palacios o alcázar, además de los mausoleos y jardines.