sábado, 3 de marzo de 2007

Edad Media: Alta y Baja Edad Media. El poder de la Iglesia(2do.año)

La baja Edad Media
Sucede cronológicamente a la Alta Edad Media y es el periodo que abarca desde los inicios del siglo XI hasta el Renacimiento, ya en el siglo XV.
En esta época la vida urbana y las ciudades prácticamente desaparecieron, como consecuencia de las invasiones y la implantación del régimen feudal. Pero a partir de los siglos X y XII, la roturación de tierras, el incremento de la población y el aumento de los rendimientos agrícolas generaron un excedente tanto de mano de obra como de producción agrícola, que revirtió el desarrollo de las ciudades. Surgió así una nueva clase de comerciantes y artesanos, llamada burguesía que impulsó el intercambio entre el campo y la ciudad, permitiendo la apertura de rutas comerciales entre regiones alejadas. Estos hechos fueron decisivos para la expansión territorial de los reinos cristianos y el desarrollo del comercio marítimo.
En esta etapa de la Edad Media uno de los hechos más destacados lo constituyó el ideal religioso de defensa de los Santos Lugares (donde había vivido Cristo) conquistados por los musulmanes, lo que se vio reflejado en la realización de una de las mayores empresas de la cristiandad medieval: las cruzadas. Ellas sirvieron para aumentar los límites del poder europeo, desarrollar el comercio mediterráneo y aliviar la presión musulmana sobre el imperio bizantino.
La primera cruzada tuvo lugar en el siglo XI por autorización del Papa Urbano II y culminó con la conquista de Jerusalén por los expedicionarios. Más tarde, en los siglos XII y XIII, se llevaron a cabo nuevas cruzadas, que dieron como resultado la fundación de efímeros reinos cristianos en el cercano oriente, que terminaron en poder de los turcos otomanos.
Dentro de la expansión territorial de Europa se destaca la colonización de los alemanes en el este del continente y el avance de la reconquista en España, empresas cuyo gran sentido religioso propició el surgimiento de las órdenes de caballería.
En el siglo XII las monarquías europeas empezaron a imponer su autoridad sobre los señores feudales, para lo cual se aliaron con la burguesía de las ciudades.
Los estados instituyeron nuevas organizaciones políticas, llamadas cortes o parlamentos, que aprobaban las leyes e impuestos que debían aplicarse en todo el territorio de los respectivos reinos.
Durante el reinado de Felipe II Augusto, en Francia se desarrolló una política de centralización y expansión de la Corona hacia los ducados (estado gobernado por un duque) independientes. En Inglaterra, en tanto, se redactó la Carta Magna, primera expresión de las bases institucionales por las que el poder inglés quedó regulado y sometido a las cámaras parlamentarias.
Durante la segunda mitad del siglo XII, el emperador alemán Federico I Barbarroja impuso su poder sobre el papado de Roma; pero a finales del siglo el Papa Inocencio III logró imponer el poder de la iglesia sobre todos los reinos cristianos.
A lo largo del siglo XIV tuvo lugar una profunda crisis económica, social y espiritual, detonada por factores como el aumento demográfico, las revueltas campesinas contra los señores, la guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, la gran epidemia de la peste, y la división de la Iglesia católica conocida como Gran Cisma, cuando había simultáneamente dos o tres papas rivales.
El debilitamiento del sistema feudal y la estructura gremial repercutió en una mayor libertad comercial, que poco a poco dio paso a la conformación del sistema económico capitalista.
La caída de Constantinopla en poder de los turcos otomanos en el año 1453 significó el cierre de las actividades comerciales con el Mediterráneo oriental, por lo que la burguesía europea tuvo que buscar nuevas rutas comerciales hacia el oeste, fomentando así el desarrollo de las técnicas de navegación que posteriormente facilitarían los grandes descubrimientos geográficos.
Finales de la Alta Edad Media y la Baja Edad Media
Europa entre los siglos X y XV
En estos siglos tuvo lugar uno de los hechos más destacados del período: la defensa de los Santos Lugares (Jerusalén) donde había vivido Cristo, los que habían sido conquistados por los musulmanes.
Desde el siglo IX, cuando la seguridad de las poblaciones se vio amenazada por los continuos peligros de guerras e invasiones, se estableció un nuevo sistema político y económico, conocido como feudalismo.
Entre los siglos X y XII, el incremento de la población y el aumento de los rendimientos agrícolas generaron excedentes tanto de mano de obra como de productos, lo que originó un auge de las ciudades. Esto hizo que surgiera una nueva clase social, llamada burguesía, compuesta por artesanos y comerciantes.
En estos siglos tuvo lugar, asimismo, uno de los hechos más destacados del período: la defensa de los Santos Lugares (Jerusalén) donde había vivido Cristo, los que habían sido conquistados por los musulmanes. Fue así como se produjeron las Cruzadas (siglos XI-XII), una de las mayores empresas de la cristiandad medieval, las que no solo tuvieron un fin religioso, sino que sirvieron también para aumentar los límites del poder europeo, desarrollar el comercio mediterráneo y aliviar la presión musulmana sobre el imperio bizantino.
En el siglo XII, las monarquías europeas empezaron a imponer su autoridad sobre los señores feudales, para lo cual se aliaron con la burguesía de las ciudades.
Durante el reinado de Felipe II (1180-1223), en Francia se desarrolló una política de centralización y expansión de la Corona hacia los ducados independientes, es decir, hacia los estados gobernados por un duque. En tanto, en Inglaterra se redactó una Carta Magna, en la que por primera vez el poder inglés quedó regulado y sometido a las cámaras parlamentarias.
En la segunda mitad del siglo XII, el emperador alemán Federico I Barbarroja (1152-1190) impuso su poder sobre el Papado de Roma, situación que se revirtió a finales de ese siglo, cuando el Papa Inocencio III devolvió el poder de la Iglesia a todos los reinos cristianos.
El siglo XIV trajo consigo una profunda crisis económica, espiritual y social, gatillada por factores como el aumento de la población; las revueltas campesinas contra los señores feudales; la guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra; la gran epidemia de peste bubónica, y la división de la Iglesia Católica conocida como Gran Cisma, cuando había dos o tres papas rivales.
Las cruzadas
La causa principal de las cruzadas fue la aparición en Oriente de los turcos selyúcidas, quienes destruyeron el imperio árabe de Bagdad, atacaron el imperio bizantino y se tomaron el Asia Menor, amenazando Constantinopla.
Ocho fueron las travesías emprendidas por los cristianos de Europa occidental para recuperar los lugares santos.
· Primera cruzada: se realizó en el siglo XI por autorización del Papa Urbano II. Tuvo como resultado la conquista de Jerusalén y la creación de un reino francés en Palestina.
· Segunda cruzada: fue organizada para auxiliar a los franceses de Palestina.
· Tercera cruzada: surgió como consecuencia de la toma de Jerusalén por el sultán egipcio Saladino.
· Cuarta cruzada: dio como resultado la toma de Constantinopla, la destrucción del imperio griego y la creación de un imperio latino.
· Quinta cruzada: no tuvo resultados concretos.
· Sexta cruzada: el jefe de la expedición negoció con los musulmanes para que los peregrinos pudieran visitar Jerusalén.
· Séptima cruzada: tuvo como objetivo Egipto, pero los peregrinos sucumbieron ante la crecida del Nilo, epidemias y ataques musulmanes y debieron rendirse.
· Octava cruzada: fue llamada cruzada de Túnez y terminó con la muerte de Luis de Francia (San Luis), víctima de la peste.
La caída de Constantinopla en poder de los turcos otomanos en el año 1453 -hecho que para algunos historiadores marca el fin de la Edad Media- significó el cierre de las actividades comerciales con el Mediterráneo oriental. Esta situación motivó a la burguesía europea a abrir nuevas rutas comerciales hacia el oeste, con lo que se fomentó el desarrollo de las técnicas de navegación y, en etapas posteriores, los grandes descubrimientos.
La Iglesia durante la Edad Media
Durante la Edad Media, la Iglesia estuvo íntimamente relacionada con la sociedad feudal. El Papado alcanzó una gran autoridad y prestigio.
A comienzos de la Edad Media, el creciente poderío territorial y económico de la Iglesia planteó el problema, heredado ya del último período del Imperio Romano, de la posición del poder religioso con respecto al poder político.

El control del conocimiento
Durante la Edad Media todo el saber de la época estaba en manos de la Iglesia Católica.
El fin del monopolio cultural católico, que duró alrededor de 10 siglos, se produjo gracias a la técnica desarrollada por el alemán Johannes Gutenberg a mediados del siglo XV: la imprenta. Se empezaron a imprimir tantos libros, que se incrementó la alfabetización -mediante la creación de más universidades, escuelas y bibliotecas- y se democratizó el acceso al conocimiento. Como se hacían muchas copias, los libros eran más baratos y personas de distintos niveles sociales o estamentos podían acceder a ellos.

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